martes, 2 de febrero de 2010

Diario de los sueños #5: El elevador

El siguiente es un sueño muy recurrente: Karim sale de su casa. Camina por el pasillo hasta llegar al elevador del edificio en que vive, en un cuarto piso. Espera pacientemente hasta que el ascensor llega, abre sus puertas, y él entra. Con el mismo aplomo rutinario para este caso, presiona el botón del primer piso en el panel, y se recuesta de la barandilla metálica para el corto trayecto de bajada. Sin embargo, el elevador no toma el rumbo convenido, sino que por el contrario, sube, sin nadie haberlo llamado y sin Karim haberle dado esa orden. Sube hasta llegar al sexto piso. El puede ver el número seis rojo marcado en la pantalla del panel de botones. En ese momento, se produce un chirrido seco y un movimiento, un sudor frío recorre la espalda de Karim y el ascensor cae en picada a toda velocidad, hasta estrellarse. Con el golpe, me despierto de un brinco, obviamente sobresaltado y nervioso.

El sueño es tan insistente en sus reapariciones que aún en el mismo sueño, y como si fuera una película que se repite, Karim es ya consciente del desenlace una vez se ve que presiona el botón para el primer piso y el elevador por el contrario toma rumbo hacia arriba. "Qué vaina, ya se va a caer esto", piensa con resignación. Efectivamente, instantes después, en los pasillos afuera sólo se escucha un alarido ahogado que baja entre pisos, a una velocidad asombrosa. Los inquilinos que lo escuchan piensan que viene de la calle.