lunes, 14 de noviembre de 2005

Noción del choque

Cambió las estaciones del radio hasta que escuchó la música que inconscientemente estaba buscando, y fue entonces que subió el volumen hasta que sintió en las espaldas del asiento las vibraciones del bajo de sus bocinas tal si fueran latidos del corazón amplificados en frecuencias FM.
Tamborileó los dedos sobre el guía del vehículo en el que iba, y cantó desafinadamente las dos estrofas de la canción que se sabía, mientras tarareaba las otras con inseguridad. Pisó el acelerador más a fondo.
Vio subir la aguja del velocímetro en concordancia con la rapidez a la que iba. En uno de esos momentos de excitación, apagó el aire acondicionado y abrió los cristales, para sentir la brisa acariciar uno de los lados de su rostro. Eso le encantaba. Solía decir que le producía una sensación casi orgásmica.
A más de 40 metros, vio la estructura del semáforo, todavía en verde. Y pisó aún más. La intensidad de la brisa en su rostro parcial aumentó. Creyó también que automáticamente la música también había subido de volumen. Pisó hasta el fondo. Estaba ahora a menos de 20 metros. Dio un grito de aventurero en ríos peligrosos cuando el semáforo cambió su luz de verde a amarillo. "Vamos, lo puedo hacer", pensó. 10 metros. Y gritó una vez más, creyendo ir sobre el aire. Cero metros.

Sintió el golpe de su lado, y se vio desde fuera cómo por el impacto su cuerpo era sacudido hacia el asiento del pasajero y luego de vuelta hacia su propia puerta, donde sintió chocar su cabeza. Tuvo mareos al ver el vehículo dar vueltas. Cerró los ojos más por dolor que por las mismas náuseas y saludó al concreto del poste de luz que se le acercaba con más rapidez para darle un abrazo. Escuchó por última vez el sonido apocalíptico de los cristales rotos al unísono y todo fue oscuro a partir de ahí.

Me llamó la atención el ruido del impacto, y salí corriendo del baño para asomarme por una ventana hacia la calle. Hacía tiempo que no escuchaba un choque así. Tengo que reconocer que me estaba haciendo falta la rutina de oir semanalmente la música metalera de carrocerías golpeadas. "Todo igual" me dije a mí mismo "algún imprudente que se quiso ir en rojo". Y tras ver decenas de personas en la escena y unas insultándose con otras sin saber si estaban involucradas o no, cerré la ventana y volví sobre mis pasos. "Vaya estúpido". Por muy cinematográfico que pueda ser, hasta el Pan Nuestro de cada día para nuestra zona puede cansar a veces.

lunes, 31 de octubre de 2005

Sin Título B


Crédito de imagen: Fuente Externa.

Todo lo que ves,
todo lo que crees.
Todo lo que fuiste,
todo lo que oíste.
Todo lo que robas,
y lo que perdonas.
Todo esto...más un millón,
lo ves aquí: donde estamos tú y yo.

lunes, 17 de octubre de 2005

Palabreando

Últimos términos del Gran Diccionario de la Lengua Española, versión actualizada para países tercermundistas, según el Dr. Francisco Alvarez Castellanos A.N.Other:

Bocaguá: Individuo que lo mejor que puede hacer es callarse.
Contrademanda: Acción que viene tras una demanda frustrada.
Curul: Lo que se puede conseguir soltando un gran "chorro" de papeletas.// Si las mismas son verdes, mejor.
Descuido: Hijos tenidos después que los padres pasan de cierta edad.
Elecciones: Oportunidad que se nos da cada cuatro años para que metamos la pata.
Frente: Grupo de pendejos o de jovencitas que ombligos al aire y muy poca ropa (lo mismo que cualidades vocales), bailan y "cantan" delante de las orquestas de merengue o bachata.
Papaúpa: Tipo poderoso, por lo general a costa de joder a los demás.
Masa: Grupo amplio de personas que no saben lo que hacen cada cuatro años.
Mayoría: Ver "Masa".
Morenomático: Individuo de color usado para trabajos duros.

domingo, 16 de octubre de 2005

Hay un "país" en el mundo


Crédito de imagen: Fuente Externa.

.-Adaptación libre de texto enviado por internet. KLP

Hay un país en el mundo donde la “viveza criolla” es la moneda que siempre es valorada tanto o más que el dólar. Un país donde hacerse rico de la noche a la mañana es una virtud más apreciada que formar una familia a largo plazo basada en valores y respeto a los demás.

Hay un país en el mundo donde los periódicos jamás se podrán vender como se venden en otros países, donde se ponen estas cajitas en las aceras donde uno paga por un solo periódico y saca uno solo dejando los otros donde están.

Hay un país en el mundo donde las empresas privadas son papelerías particulares de sus empleados deshonestos, que se llevan para su casa, como si tal cosa, hojas de papel, lapiceros, lápices, marcadores, y todo lo que pueda hacer falta para la tarea de sus hijos, entre otras (muchas) cosas.

Hay un país en el mundo donde la gente se siente triunfal si consigue robarse el telecable del vecino, y se inventa a la hora de llenar declaraciones para no pagar o pagar menos impuestos.

Hay un país en el mundo donde la impuntualidad es un hábito. En donde los directivos de las empresas no generan capital humano, donde hay poco interés por la ecología, donde las personas tiran basura en las calles y luego reclaman al gobierno por no dar mantenimiento al alcantarillado. Donde se roban la luz, el agua, y se quejan de lo cara que está. Donde no existe la cultura de la lectura y no hay conciencia ni memoria política, histórica ni económica. Donde los congresistas trabajan dos días al año, cobrando como todos los demás altos ejecutivos, para aprobar una reforma miscelánea fiscal al vapor que lo único que hace es hundir al que no tiene, joder al que tiene poco, y beneficiar solo a unos cuantos.

Hay un país en el mundo donde se puede subir a un autobús una persona de edad avanzada, una mujer con un niño en brazos, o algún minusválido y la persona que viene sentada se hace la dormida para no cederle el puesto.

Hay un país en el mundo en el que la principal prioridad de paso es para el automovilista y no para el peatón. Un país donde la gente disfruta criticando a sus gobernantes, y mientras mas se le dice rata al presidente de turno, mejor somos como personas, a pesar de que ayer compré todas las preguntas para el examen de matemática de mañana de mi hijo.

Y mientras mas le digo hipócrita a Leonel Fernández, mejor soy como dominicano, a pesar de que apenas esta mañana me tiré en el bolsillo a mi cliente a través de un fraude que me ayudo a pagar algunas deudas.

Pero por favor, ya basta.
Como “materia prima” de un país, se tienen muchas cosas buenas pero falta mucho aún para ser los hombres y mujeres que la nación necesita.

Esos defectos, esa “viveza criolla” congénita, esa deshonestidad a pequeña escala que después crece y evoluciona hasta convertirse en verdaderos casos de escándalo, esa falta de calidad humana, mas que cualquier gobernante, que Leonel, que Joaquín Balaguer, es lo que tiene al país francamente mal, mas que nuestros propios presidentes, que después de todo son NUESTROS, y nacidos aquí en este mismo suelo.

Y aunque el presidente renunciara hoy mismo, el próximo que le suceda tendrá que seguir trabajando con la misma materia prima defectuosa que, como pueblo, somos nosotros mismos. Y no podrá hacer nada, al no haber garantía de que alguien pueda hacerlo mejor, mientras no se señale un camino destinado a erradicar primero los vicios que tenemos como nación.

¿O acaso qué? ¿Luego del fracaso general de la tan machucada “democracia” necesitamos traer otro dictador, para que haga cumplir la ley con la fuerza y por medio del terror?

Por eso, en ese país en el mundo hacen falta más que “cuentones”. Y mientras esa otra cosa no empiece a surgir desde abajo hacia arriba, o al revés, o por los lados, o por donde quiera, seguiremos igualmente condenados.

Es muy sabroso ser dominicano, beber Presidente, bailar merengue, pero cuando esa dominicanidad autóctona empieza a dañar nuestras posibilidades como nación ahí la cosa cambia.

Que no se espere en ese país en el mundo encenderle velitas a todos los santos, para que nos mande el Mesías o al Chapulín Colorado. Son los mismos habitantes los que tienen que cambiar. Un nuevo gobernante con los mismos dominicanos no podrá hacer mucho (por no decir crudamente nada).

Disculpamos la mediocridad mediante nefastos programas de televisión y francamente tolerantes con el fracaso. Es la industria de la disculpa y la estupidez. Y los vemos y creemos que tienen la razón.

Hay un país en el mundo…en el que se necesita buscar al responsable, no para que se castigue sino para exigirle que mejore su comportamiento y que no se haga el que no oye ni entiende. Y ahí esta. Seguro que se encontrará cuando se vea en el espejo. Y aún descubriéndolo no sabrá qué hacer.

jueves, 13 de octubre de 2005

Sin Título A


Crédito de imagen: Fuente Externa.

"...antes que te vayas, déjame un recuerdo de tus ojos, para lamentarme de lo que pudimos ser nosotros.
"...mi reina, tienes tu trono aquí en mi canción. Deja coronarte con un alfiler en un jabón. Deja masturbar mis sueños con tu corazón. Deja eliminar mis vicios de quererte hoy."

viernes, 7 de octubre de 2005

Conversación en la Catedral

Primer Acto
(Oficina semi-iluminada. Un escritorio lleno de carpetas con papeles en blanco. En un zafacón disimulado multitud de formularios de quejas y recibos arrugados y, obviamente, botados. Dos personas, a cada lado del escritorio, viéndose la cara).
EL PENDEJO: ¿Y entonces cuándo es que nos van a pagar?
EL PODEROSO: Sabes que eso quisiéramos, pero tú entiendes que la tasa fluctuante del mercado que embarga nuestras antojadizas finanzas hacen que reconsideremos el encomiable acto del proceso de préstamo para saldación de nóminas empresariales. Entonces, al ser nosotros una compañía que tiene sus miras puestas en la satisfacción profesional de nuestros asalariados a turno, producen que revisemos el proceso de la forma en que nuestros clientes se desprenden de su capital para nosotros poder darle recontinuación a los empleados que laboran bajo el emblema de esta organización.

Segundo Acto
(Afuera de la oficina, en el pasillo).
EL PENDEJO (con expresión más pendeja que antes, sabiendo que le están tomando el pelo pero sin saber bién en qué punto de todo lo que le están diciendo): ¿Y tendremos pronto uniformes y seguro médicos? Creo que nos lo están descontando ya del salario.
EL PODEROSO: Lo que pasa es que sabes que eso está dentro de los archivos de nómina para análisis cuantitativo de las entradas y salidas de nuestra empresa. Además, si mal no me equivoco, para el 48 de octiembre empezará a entrar en vigencia el nuevo código laboral de la compañía para poner en marcha sobre las ruedas del progreso asalarial la confección del vestuario ideal para representar los ideales de pulcritud que de aquí hacemos alarde. Sólo esperábamos que se completara el grupo cuatro generaciones después o cuando quince empleados más tomaran el deshonroso camino de la renuncia para emprender con la acción catalizadora de las enfermedades comunes que afectan a nuestro personal.

Tercer Acto
(Bajando las escaleras).
EL PENDEJO (pendejamente perdiendo la compostura): Discúlpeme señor, con todo el respeto, pienso que usted me está hablando basura.
EL PODEROSO (atendiendo una llamada de su súper celular porta-DVD y encendiendo su auto fantástico color sangre que lo saludó al acercarse): Para mí más basura son ustedes. Hablaremos de negocios después que vuelva de mi crucero por las islas Antárticas de las lunas de Marte junto a mi esposa, hijos, el perro de mi casa, el vecino y su gato pseudo angora, mis amigos del extranjero que ya fueron a ese sitio pero que quieren volver otra vez y yo los invito, y mis vecinos y el muchacho que les lleva el periódico a ellos al que quieren como un hijo en reemplazo del malagradecido que tuvieron que se fue de la casa y jamás volvió a llamar... Mientras tanto, váyanse a la mierda. Por varios meses han estado en ella, ¿qué diferencia tiene quedarse un poco más?

martes, 27 de septiembre de 2005

U2 y el sellout


Crédito de imagen: Fuente Externa.

Me causa cierta hilaridad cuando entro a sitios como Amazon.com y veo las críticas que los usuarios le hacen al nuevo disco de U2, ése con el mesiánico título de "How to dismantle an atomic bomb" (parece que dentro de los afanes pacifistas de Bono, el desarmar armas de destrucción masiva era lo último que le faltaba). Hasta este momento, tiene 1178 reseñas entre las que se dividen los que defienden el disco con uñas y dientes, llamándolo "el mejor álbum de U2 en toda su carrera", y los que dicen que es "una porquería de tercera categoría", y se pueden contar los que dicen que está más o menos. Los defensores dicen que rebosa de pasión y energía; los detractores rematan con que eso es lo que precisamente le falta.

También algunos alaban el regreso de U2 a un sonido más "básico" y simplista como en sus primeros discos, mientras que otros lo que argumentan es que como músicos profesionales con experiencia que son, deben producir música más "madura". Y por supuesto, nunca faltan los que comparan esto con "The Joshua Tree". Como si nunca se cansaran de eso.

A mí me gusta U2, y no lo voy a negar. Y tampoco es por quererlos defender, pero debo decir que me molestan las críticas que le están haciendo recientemente. Por lo siguiente: sé que cuando uno está en una banda como U2, prácticamente el mundo entero está atento a tu trabajo, y se crean expectativas y deseos, por lo general asentados en experiencias de canciones anteriores, que por más que se intente, nunca se llegan a satisfacer por completo. Y muy bien, a todos nos gusta "One", "With or without you" , "Pride", y decenas más, pero por favor no esperemos que sigan escribiendo canciones que se parezcan a esas. Primero porque si lo hacen dijéramos "mira estos, tratando de apoyarse en temas viejos para pegar los nuevos", y si no lo hicieran, entonces pasara como su época electrónica, en la que los fans dijeron "pero qué diablos pasa, dónde está el sonido que tanto nos gustaba".

Aprendámonos esto: U2 tiene 25 años en el ruedo. Ya ellos se ganaron el derecho de tocar lo que les de la gana y ninguno de nosotros tenemos derecho a recriminar nada, pues tengo la certeza de que ninguno de los que critican puede pasarse 25 años escribiendo canciones de calidad como la que estos tipos hacen, y tocando sin (aparentemente) perder el entusiasmo. Que unas sean mejores que otras, está bien, pero buenas al fin y al cabo. Por una época, nadie fue más melódico que U2, después nadie más experimental, por lo que ya es lógico que a esta altura se les cierre el ciclo musical y vuelvan a lo más básico, una especie de volviendo a comenzar de nuevo. Además, si no se hubieran detenido en "Pop" y hubieran seguido con sus experimentos electrónicos, a estas alturas U2 estuviera sonando como Bjork. Así que al menos demos gracias por eso.

A los fans: no jodan. Por lo menos se tiene la dicha de que U2 sigue escribiendo y dando conciertos de una forma por encima y mejor que todas las porquerías que nosotros como oyentes tenemos que chuparnos todos los días por los medios. ¿Que ya no se adentren en terrenos nuevos? ¿Que ya no experimenten? ¿Que ya no sean "cutting edges"? Qué importa. Al menos tenemos buena música aún y es lo que vale. Mejor cójanlo suave o fájense ustedes mismos a escribir melodías en reemplazo de las clásicas que se añoran. A ver si pueden. Si pueden, tendrán a sus pies sombreros quitados de respeto. Si no (como me temo), cierren la boca.

sábado, 24 de septiembre de 2005

Ella y El: Versión aeropuerto.


Como era su trabajo habitual, el joven al tope de la escalera abrió la puerta del avión, y tras intercambiar unas palabras con la que se suponía era la aeromoza a cargo, se echó a un lado para permitir el paso de las ciento y tantas personas ansiosas por poner los pies en tierra firme que para colmo era propia de ellos.

Desde abajo El observaba el desfile rutinario de caras anónimas que bajaban las escaleras para que, una vez cruzaran las puertas de inmigración como a quince metros más adelante, se perdieran dentro de la transparencia de los cristales y no volverlos a ver nunca más. Al fin y al cabo no los conocía, y sabía que al día siguiente volvería a ver el mismo espectáculo aunque con actores diferentes. Su labor en ese momento era proceder al chequeo municioso de la cabina de la aeronave, así que esperó a que el joven bajara por las escaleras y siguiera la estela de los pasajeros en caravana para subir él.

Todo era por el librito, así que no había porqué perder tiempo: sacar las sábanas y ordenarlas, abrir las compuertas superiores de equipajes de mano, recoger un poco de la basura que los pasajeros (dominicanos a fin de cuentas) siempre dejaban sobre la alfombra, y voltear los cojines de los asientos (con el post-11 de septiembre, la paranoia llegó a un punto de que nadie sabe quién puede dejar una bomba escondida abajo de uno). Sin embargo, apenas subió, la vio a Ella.

No fue un encuentro estilo telenovelas, o mejor aún, parecido al del profesor Jirafales y Doña Florinda en las series del Chavo, con música y todo (y ni hablar de la famosa tacita de café), pero fue lo suficientemente "mindblowing" para sacarlo de sus casillas por unos instantes. Ahí estaba; si extendía su brazo podía tocarla. Dormitando sobre uno de los súper cómodos asientos de primera clase, con el brazo apoyado en la ventanilla, y su cara hundida en una mano. Al sentir la presencia de personas caminando por el pasillo, se despabiló un poco, se estrujó los ojos, y miró hacia donde El estaba sin tal vez prestar mucha atención. En ese momento, el mundo de El se detuvo. Pudo ver a sus otros compañeros de trabajo detenidos y hasta un vaso de agua que por casualidad se caía suspendido en el aire con todo el líquido a medio caer entre el suelo y siete pulgadas más arriba en el espacio. Los sonidos se disiparon salvo el latir de su propio corazón vibrando al compás del parpadeo de los ojos de Ella.

Sonrió brevemente, pero no pudo darse cuenta de si mantuvo la sonrisa por mucho rato. Lo único que sí supo fue que se detuvo a observarla, en su uniforme color azul oscuro, donde se destacaba el ala de identificación de la aerolínea pocos milímetros por encima de su pecho. Miró su rostro, y se percató en la larga melena café que le enmarcaba la cara, un poco sonrojada quizás por la admiración de que era presa, y aunque con segundos de "delay" pudo notar la sonrisa cálida de saludo que se dibujaba en el rostro de Ella. (Tiempo detenido aún...tac tac) Hombre como era, no pudo evitar dirigir su vista hacia las piernas de Ella, aunque insconcientemente se recriminó el hecho. Las vio cruzadas,con la falda ejecutiva un poco levantada, con las medias oscuras casi esculpidas sobre su piel, abundante sin caer en lo excesivo, agradable sin rayar en lo meloso. Se permitió a regañadientes unos segundos de vulgaridad para pensar en lo bueno que sería acariciarlas, pero en seguida se retractó.

"Ho..hola", dijo extendiendo la mano en señal de saludo. Y en un gesto de atrevimiento que pocas veces se concede, le dice: "¿Cómo te llamas? Eres la más bella de todas las azafatas que han venido por aquí". Ella por supuesto se sonroja más y le agradece, y en un intento de tal vez no tener tanta presión de hermosura encima, le responde que a su entender la más linda es una rubia gringa que viene con ellos. El se vuelve a ver la susodicha y efectivamente encuentra a todos sus compañeros descuidando el chequeo de asientos para tratar de sacarle conversación, supervisor incluido, aunque piensa que tal vez es un poco vieja. Sin embargo, a él no le importa. Tiene ante sí al ser más bello de todos cuanto vuelan entre los hierros protegidos de la aeronave (a su gusto,al menos), y no piensa cambiarlo por rubias platinadas venidas de continentes imperialistas (y mejor para El, que no habla mucho inglés tampoco).

"¿Tienes mail? Me encantaría escribirte" volvió y le dijo, y apenas vio como Ella se inclinaba a buscar algún pedazo de servilleta para apuntarlo. El sonrió por dentro. Nunca se permitía a sí mismo ser tan arretado y sin embargo le funcionaba. Pero con tan mala suerte que en el mismo momento en que ella tocaba levemente la mano de El para alcanzarle el papel, sentía en su espalda los brazos de su supervisor que lo empujaban. Al parecer no le salió nada con la rubia gringa y venía a desquitarse. "A trabajar, coño...que este vuelo hay que sacarlo a tiempo". Sintió también como lo llevaban cada vez más lejos del ser que lo tenía pasmado y le asignaban tareas que implicaban (a propósito) bajarse del avión. "Maldición, esto no puede estar pasando", pensaba. Y apretaba los puños para no hacer algo peor.

El resto del tiempo se la pasó tratando de buscar una excusa para subir a la nave y verla de nuevo, sin éxito. Tuvo que tragar saliva duro cuando tenía que cederle el paso al mar de pasajeros que subían locos por largarse (y mandaba al diablo la temporada alta de viajes, que producían escenas como ésta). Hizo un último intento de subir al querer llevar un equipaje de alguien dizque para ayudar, sólo para encontrarse que el mismo joven de una hora antes que abría la puerta del avión bajaba para quitárselo de la mano "Déjalo, yo puedo". Slip. Y dijo hasta malas palabras en francés cuando las puertas se cerraron, la nave hizo su recorrido en reversa y momentos después se elevaba por los aires para perderse en las nubes hasta donde los ojos de El la pudieran ver.

Se lamentaba de que ni siquiera se asomó Ella por la ventanilla para despedirse, pero a fin de cuentas, ¿que quería? ¿Acababa de conocerla hoy y ya esperaba que ella se muriera por decirle adiós? ¿Quién sabe si ella es esposa de unos pilotos o de los ejecutivos de las aerolíneas que tienen dinero hasta para tirar para arriba? Tranquilo, lover, tranquilo. No se puede ser tan pretencioso para con los primeros encuentros. Con cierto alivio se metió la mano en el bolsillo y palpó la hoja con el mail escrito, y hasta lo sacó y lo observó por momentos. No pudo hoy, pero nunca se sabe. Ya vendrán otros días de vuelo y otras oportunidades de poderle hablar por más rato. Quizás es soltera. Quizás le encantan las playas de este país y viene pronto de vacaciones. Quizás tiene familia aquí. "Total.." pensó, y cambió de frecuencia en su cabeza (esta vez a una de FM)para una canción de Switchfoot que le encantaba y la fue tarareando gesticulando que tocaba una guitarra mientras le daba la espalda a la pista de aterrizaje, quemada por el sol de mediodía.

viernes, 23 de septiembre de 2005

Sobre la pesadez de la (des)inspiración

Cojuda situación esta. He entrado al blog como cuatro veces ya con ésta, lo veo de arriba abajo, leo entre líneas, y me han entrado unas ganas terribles de escribir. La mala suerte es que por más que lo intento, ahora mismo estoy seco, y no sé qué poner, ni de qué tema hablar. Maldición, al parecer estoy tan mal que en este momento ni encuentro algo bueno que inventarme y hacerlo pasar como verdad.

No creo que sea "saludable" para cualquier tipo que escribe en un blog el reconocer que no tiene nada que decir. Si ése es el caso, sencillamente no escribe y ya. Pero por alguna razón que se escapa a lo que tengo en la cabeza y a la puerta que uso para explorar fuera de los límites de ésta, no lo quiero hacer. Si no se me ocurre nada hoy, ese será mi problema, pero al menos soy lo suficientemente honesto para compartirlo con ustedes y de que me tengan paciencia. Y eso que la honestidad no está de moda en estos días.

Recuerdo de los días en los que me siento inspirado, y de repente me da envidia. Envidia por las noches en las que no puedo dormir y tengo que levantarme a plasmar las ideas que me están dando vueltas en la mente o tocar con los dedos la guitarra para ver si los sonidos que se esparcen por la oscuridad de mi habitación y llenan un poco la soledad nocturna son los mismos que tenía en la claridad de lo que yo creía (al menos) era un sueño. Envidia porque no puedo dejar de preguntarme: "¿y por qué eso no me pasa hoy?" ¿Por qué hoy debo estar como un limosnero mendigando las ideas? Dice un dicho harto pegado en los vidrios traseros del transporte público de aquí (y varios merengues también) que la envidia no mata, pero mortifica. Y vaya mortificación ésta: estoy envidioso de mí mismo en tiempos mejores. Ya no sé qué es peor.

Mientras tanto, si algo me invento, volveré por aquí. Si no, requiem para el tratar de luchar contra el sentimiento de sequía intelectual de este par de horas y me acuesto a dormir. Mañana: trabajo, almuerzo, clases y volver para la casa. Tiempo suficiente para alimentar mi cabeza de todas las cosas que necesito ahora que tiene hambre. Adiós, y mientras tanto, que nadie moleste.

viernes, 16 de septiembre de 2005

Nos mandaron las avispas...y picaron



Reseña de "Para ti" de Juan Luis Guerra y 440.

Aunque a muchos no les sorprendió la noticia y lo tomaron como el desenlace del curso que habían llevado los acontecimientos en su vida, yo en lo personal debo confesar que me sentí hasta un poco turbado cuando conocí la noticia de que Juan Luis Guerra se había convertido al Evangelio y que desde ese momento iba a empezar a “cantarle al Señor”. No porque me diera miedo de que el fervor religioso bajara la calidad de sus futuras producciones, sino, porque al mismo estilo Bob Dylan versión 1967, se convirtiera en profeta de parábolas de otro siglo completamente ajeno al nuestro y le diera la espalda de forma total a todo lo que había hecho y representado hasta ese entonces.

Para todos aquellos que compartían mis mismos temores: compañeros, les tengo noticias. Y buenas. El hombre no ha perdido un ápice de lo que a ritmo y arreglos se refiere (incluso, la salsa “Los Dinteles” puede fácilmente llevarse el mérito de estar entre las tres mejores salsas orquestadas en 440, y que me perdonen “Carta de amor”, y “Razones”…en cuanto a su letra mejor me quedo callado). Es sencillamente satisfactoria la forma en que integra los instrumentos y los géneros a su canto de alabanza. Aquí, tanto las guitarras como las trompetas, las percusiones y los ritmos tranquilos cantan al unísono el mismo gospel de alabanza, de forma que ni suena forzado ni dogmático, ni mucho menos despiertan en el oyente la incómoda sensación de el “qué vaina, ahí viene éste con su prédica ahora…” (hola Ramón Orlando). Lo bueno del caso es que suena honesto. Y eso es bueno.

Sin embargo, hay cosas que hay que mencionar. Cosas que lamentablemente faltan y hacen falta, y algunas que no son sino simplemente observaciones de este oyente neurótico. Total cada cual se acerca a lo mismo con diferentes perspectivas.

Me hacen falta las grandes letras poéticas llenas de metáforas que separaban a Juan Luis Guerra de la multitud de “cantautores” latinos que escupían líricas creyendo ellos que eran las mejores después del Poema 20 de Neruda (sí..claro…llévense). No es que las de “Para ti” sean malas, en absoluto, no es eso lo que se quiere decir. Sino que al parecer el mismo fervor religioso que ha arropado a Juan Luis lo ha hecho mirar hacia la Biblia y hacia la prédica de los pastores para buscar su inspiración en lugar de hacia dentro de sí mismo, y en consecuencia suena genérico y poco original en sus cantos. En ningún lado se encuentran aquí los juegos de imágenes y el humor urbano que caracterizaban las anteriores producciones, y esa forma de decir las cosas “a su modo” que a mí en lo personal tanto me encantaban. Ahora parece que lo que ha hecho es tomar versículos de la Biblia y ponerles música, como ejemplo de los Dinteles y las famosas Avispas, que se mencionan en pasajes del Antiguo Testamento, para los que creían que las imágenes de las avispas que pican al enemigo son invenciones de Juan Luis (“vaya, muy creativo eso”, le vi decir a alguien una vez). Y de nuevo, no es que sea malo, pero la alabanza pura y directa llega a cansar un poco cuando se llega a la última canción, pudiendo él muy bien recurrir a otros medios líricos para expresar lo mismo (perdón si me oí muy herético con eso). Y lo puede hacer, muestras de eso las ha dado de sobra en todos los años que tiene lanzando álbumes (y se nota más cuando se oye repetir los mismos versos una y otra vez en la canción de los dinteles…por favor). Lo más cerca que llega al viejo Juan Luis lírico llega en un fragmento de la canción “Tan sólo he venido”, donde dice “..y de paso pregunto: ¿cómo es la piel del sol?” Muy buena esa.

Extrañamente faltan las bachatas que tanto hemos disfrutado de Guerra, y ahora se nos lleva en una dirección de puro gospel, lo cual puede considerarse algo hasta genérico (siempre se asocia gospel y la alabanza, ya ni asombra). En mi opinión, más creativo hubiera sido mezclar un poco de sonidos de gospel con bachatas, si se puede liberar el reto que conlleva que ambos géneros se interpretan a ritmos y métricas diferentes (ni decir del fraseo), y acomodar uno en otro sé de por sí que puede ser bastante duro.

Para la segunda mitad del álbum, la intensidad empieza a bajar, y se nos empiezan a dar números acústicos (el mejor de ellos “Tan sólo he venido”), que de por sí no son muy memorables, con la excepción ya mencionada, y después que se termina el tercer y último merengue, el que le da el nombre al disco, como oyentes nos sentimos perdidos y poco inspirados, hasta que nos salva el épico “Aleluya”. Y oigan lo que les digo. Este tema, así como ven, puede ser destinado y ser tocado por la Mano Divina para convertirse en un hito de la música religiosa en América Latina. A huge landmark. Si intento describirlo estuviera perdiendo mi tiempo y haciendo perder el de ustedes que ya se toman la molestia de leerme. Es un tema que simplemente hay que oírlo, la forma en que está construido in crescendo y como se van incorporando las voces y los instrumentos para llevarnos en un recorrido en espiral hasta casi tocar el cielo con los oídos.

Pero, fuera de todo lo “corregible” que pueda tener el álbum, tiene algo que nunca le ha faltado a ninguna de las producciones de 440: transmite. Y aunque sea el más personal (y hasta en alguna forma “quemimportista” de parte suya) de Guerra desde “Areíto”, lo más importante es que siente haber sido hecho de forma honesta y directa, y de la misma forma en que en su momento les abrió las puertas del “mainstream” a la bachata y al perico ripiao, tal vez este sea el disco con el que los cantantes religiosos puedan llegar más allá de sus propios círculos de oración, y ser oídos en rincones más seculares. Y eso es bueno, para oír porquerías de mudos que cantan y de tipos burlándose de un avión que se cae, por poner ejemplos, se prefiere oír un “alabaré alabaré a mi Señor” de vez en cuando. Pero sólo de vez en cuando.

Puede sentirse satisfecho Juan Luis por su experimento, pues le salió bien, y se captó su mensaje. Picaron sus avispas y tan sólo vino a ser amigo nuestro…para encontrarse con la noticia de que ya lo era desde hace muchísimo tiempo. Lo único que espero en lo personal es que recuerde que aunque cayeran en la onda secular, sus antiguas composiciones y poesías tenían igual mensaje lleno de redención y de amor al prójimo que sus actuales cantos desgarradamente directos a Dios. ¿O acaso no es mejor ejemplo de lo que les digo la esperanza del "Ojalá que llueva café"? ¿O la promesa de vida de "Rompiendo fuentes” ¿O la….? Bueno…ya saben a lo que me refiero. Si sigo estaría redundando.
Y si puedan, atrápenlo en concierto. Por mucha Biblia y Aleluya que haya en su vida ahora, todavía sabe cómo hacer un buen show, tanto como para pulverizar a cualquier adversario. Amén por eso entonces. Juan Luis y 440 para rato.

jueves, 1 de septiembre de 2005

Pájaro picó..(?!)

Soñé algo que por poco me hacía despertar con una sonrisa en la cara. Me imaginaba que venía bajando por la avenida que queda al doblar de mi casa con una tarjeta de débito azul en la mano. Sí, la misma que usamos para sacar dinero de un cajero automático siempre que las telarañas empiezan a salir en nuestras billeteras cuando el efectivo se hace escaso. Iba bajando, a paso normal y seguro, pasando las aceras y cruzando frente a las casas y los negocios sin volverme a verlos, aunque sentía el peso de algunas miradas de personajes anónimos que me veían al yo pasar. Caminé bajo los postes de luz, en vísperas de encenderse al dar el sol sus últimos respiros de claridad. Llegué hasta la acera del frente para no tener que encontrarme de cara con par de perros que venían con ganas atrasadas de clavar colmillos en carne fresca. Pero lo más importante, es que por una razón u otra, iba feliz. Sin tener constancia de por qué, pensaba que iba al encuentro de algo casi divino, etéreo, de una cuasi fórmula mágica que me haría salir,al menos por el momento, de todas las deudas y sogas económicas que día tras día ahorcan. Sentía el olor de los billetitos en mi cara y su cálida textura en mi bolsillo, que de por más, excepto por las llaves de la casa, iba vacío.

Y llegué al momento crucial. Al punto en que coinciden lo real y lo ilusorio. Lo que vivo y lo que sueño. Entré la tarjeta y tecleé los números con ansias casi desesperadas, esperando que la fría animosidad de la pantalla de eso que llamamos cajero me diera las buenas noticias. Y sonrío, quizás para no llorar ni para alocarme y ponerme a tirar piedras. Buenas noticias...bah...la conclusión es que el cajero para mí está más vacío que mi mismo bolsillo. Pájaro no ha picado, a este sujeto no le han pagado. Y sucede que me despierto en ese mismo momento y recuerdo que en la "vida real" ando en la misma situación. En la de un empleado que trabaja en una empresa que tiene un pago atrasado. Maldita sea, ni empresa pública que fuera. Nos tienen metidos el dedo hasta el fondo en el trasero y para colmo están esperando que nos riamos por eso.

JP, aunque no seas el culpable en parte eres el responsable, así es que danos nuestro dinero. JP, puede sonar duro, pero no hay de otra. Estuve dándole vueltas viendo a ver si lo lograba suavizar pero no puedo. Y quizás esto no hable tanto por mí como por otras voces que realmente lo necesitan. JP, lo siento (aunque no tanto). JP, eres un hijo de puta.

Bienvenidos...a creer


Crédito de imagen: Fuente Externa.

A todos ustedes que gastan su tiempo leyendo esto, bienvenidos. De mi parte en estos momentos no pretendo la verdad que éste sea el ultimate blog de todos los tiempos y amén, pero al menos les garantizo que será lo suficientemente honesto y (poco) comprometido para los que se decidan a acompañar a esta figura en dicho viaje. Bienvenidos a los que ya me conocen y los que se acercan a esto para descubrir cosas que en persona no les digo (por múltiples razones: o porque no quiero, o porque no hay la ocasión, o porque simplemente no procede), y que quieren saber. Tampoco prometo decírselo todo. Bienvenidos a aquellos que oyen de mi reputación (inexistente aún, pero ya veremos) y vienen a ver si los rumores que oyen son ciertos. Para esos les tengo noticias: no lo sé, y de seguro ustedes tampoco.

También son bienvenidos aquellos nómadas del cibermundo que gracias a alguna casualidad de los recovecos de la navegación online han caído aquí o les llamó la atención. Aquí encontrarán (junto conmigo, que también encontraré) opiniones, reseñas, anécdotas, y mentadas de madre bien duras para cuando la situación lo amerite. Todos ustedes siéntanse libre de opinar e intercambiar impresiones conmigo; a fin de cuentas, es todo este movimiento lo que hace los blogs y el internet en general interesante.

Bienvenidos a una cabeza, y por consiguiente, a un mundo, en donde todo puede ser posible, aunque a veces tengamos que trabajar duro y forzado para convencernos de ello. Espero que les guste, que no se aburran, y si eso ocurre, es su problema. Carpe Diem.