martes, 26 de diciembre de 2017

R30D - US2017 - #14: Al lado del camino

(14/30i). Interstate 95. Horas después de la música más polvorienta y tangencialmente distinta que podía sonar por los parlantes del automóvil, Fito Páez asomaba su voz de seda y sus acordes Dylanianos en "Al lado del camino" justo cuando yo hacía el desvío hacia uno de los resting areas de la carretera. Maravilloso invento gringo este, sobretodo para viajes largos - admito que me ha encantado el cómo un rincón tan anónimo y agrio puede ser tan acogedor para quien lo admire -, y más maravilloso aún como la música parece ponerse de acuerdo con las experiencias en tiempo real para hacer una simple parada al baño toda una experiencia metafísica. Es mucho lo que se piensa y analiza con el pito entre las manos en una estructura literalmente "al lado del camino". ¿Hacemos lo que es y no debido? ¿Vivimos atormentados de sentido? No sé, excepto sólo en que "navegar se hace preciso". En eso estamos, y la ruta sigue hacia invariable hacia el norte. También estar en el mismo medio del camino es entretenido, aunque no tan barato. Tal vez no importa.

martes, 5 de diciembre de 2017

R30D - US2017 - #13: Waffles madrugadores

(13/30i). Interstate 95. ¿Habrá algo más gringo que un parador en medio de la carretera en donde se pida waffles con mermelada y café aguado a las seis de la mañana? Seguro que sí, pero en este momento no atino a recordar ninguno, y la vasta y despoblada autopista no da más opciones. Tampoco es que me queje: de hecho, lo andaba buscando: llevaba días persiguiendo waffles camineros (el café aguado es otra historia; puedo vivir sin él). Ahora sólo falta el himno y águilas surcando el cielo cuando el sol termine de salir, para completar el American Experience. Esperemos tener suerte con eso. Bon appetit. 

sábado, 25 de noviembre de 2017

R30D - US2017 - #12: La competencia de sueño

(12/30i). Uncasville, Connecticut. En teoría, el pequeño Lorenzo debe dormirse mientras Jhonatas lo mece en sus piernas, a horas de la noche ya un poco avanzadas. Pero como todo aquello que involucra niños, la misión no parece tan sencilla como en principio pinta. Ambos a su manera luchan contra el inminente sueño. El bebé porque no quiere rendirse, y el padre porque no le hace mucha gracia que sea su hijo de meses que lo duerma a él. En un primer round, gana Lorenzo, que mira a su alrededor orgulloso de su triunfo, como el que planifica su próxima movida. El segundo round sucede menos de diez minutos después, cuando el dormido abre los ojos medio desorientado creyendo que ha pasado más tiempo del que en realidad corrió. En el quinto round fui yo el caído, y al despertarme igual de confundido, pasados quince minutos, la lucha todavía seguía. Debe ser extenuante.

miércoles, 22 de noviembre de 2017

R30D - US2017 - #11: La ballena y sus escándalos

(11/30i). New London, Connecticut. Cuenta la historia de los lugareños que venden periódicos y beben cerveza al cruzar la esquina del frente, que la adorable cola de ballena que chorrea agua de sus puntas, y que ellos mismos ven todos los días desde sus locales, construida en principio para ser un hito urbano en el mismo centro del pueblo, cercano al muelle (como si a esta ballena le gustara más la tierra que el mar), con miras a nobles fines recreativos y culturales, vio una buena tarde que se perdió en el calendario, a un anciano indigente de barbas grises lavando sus sucios harapos a la sombra de las aguas de la ballena. Al día siguiente, casi a igual hora, la misma fuente recibió con brazos abiertos - o cola abierta, en este caso - a una manada de niños que se bañaban jugando en sus caños muertos de risa sin sospechar que chapoteaban en lo que el día anterior había sido un humilde lavadero público. El clamor no se hizo esperar. ¡Tragedia de higiene! ¡Crimen ecológico! Y hasta el momento, la solitaria cola en el medio de una plaza tratando de ser icónica tiene que soportar a voces a favor y en contra de su propia existencia. Pobre Moby Dick urbano, que nadie entiende tu indiscriminado amor húmedo para todos, desde infantes hasta vagabundos y piratas millennials. Resiste y moja, amiga; esto no será lo mismo si no estás aquí. Espero verte de nuevo. En el mismo sitio, todavía tirando agua.

jueves, 16 de noviembre de 2017

R30D - US2017 - #10: El techo rojo en medio de la nada

(10/30i). Edgewood, Maryland. Es un nuevo día en el medio de la nada. Afuera, hacia el norte, la carretera espera, con cientos de kilómetros hasta el próximo atisbo de civilización fuera de este motel de temática escarlata. Hay que seguirse moviendo. Yo hoy ya me marcho, y por el pasillo va bajando una familia que de seguro recién apenas llega (no recuerdo haberlos visto anoche). El niño corre con la típica energía mañanera infantil, los padres hacen el mejor esfuerzo para no caer de narices dormidos sobre el piso. "Good morning, sir", me dicen al cruzar por el frente, saludo que tengo la tentación de devolver en español, pero desecho el impulso para sólo sonreír y seguir la corriente. "Good morning to you too". No les volveré a ver más nunca. Hay que seguirse moviendo.

domingo, 12 de noviembre de 2017

R30D - US2017 - #09: El cuervo de piedra

(09/30i). Baltimore, Maryland. "Y tú, orgullo, / ¿qué haré de ti ahora? / Otra frente bien puede heredar el veneno que me has dado. / Que por lo menos mi espíritu permanezca tranquilo". - Edgar Allan Poe, "El día más feliz". Al orgullo que no se preocupe. Hoy es objeto de adoración entre todos los turistas ante la tumba de piedra que posee el cuervo inmóvil. Del veneno heredado el mundo ya se hizo cargo; por ahora, Poe puede descansar tranquilo.

martes, 7 de noviembre de 2017

R30D - US2017 - #08: Sobre souvenirs intercambiados

(08/30i). Washington, DC. Al menos por este día, para estos ojos el Capitolio deja de ser una diminuta figura de yeso sobre innumerables puertas de neveras para transformarse en una de mármol y concreto, que ya no me cabe en una sola mano y a la que tengo que alzar la vista con el sol de fente para poder contemplarle completa. Cuando me de la espalda, fuera de esta monumental plaza, volverá a estar suspendida por un imán en un electrodoméstico viejo. Hoy, para ella soy yo el frágil souvenir de yeso al cual ver con cierto desdén. Es justo.

domingo, 5 de noviembre de 2017

R30D - US2017 - #07: El patriota


(07/30i). Savannah, Georgia. Se acerca la lluvia, y la bicicleta patriota continúa desafiante ante las nubes progresivamente más grises. El dueño y jinete no parece estar cerca, pero a ella tampoco eso le preocupa. Casi se vale por sí misma, el espíritu orgulloso de 'América' se impregna en sus tornillos. Se ve a sí misma como una majestuosa águila de hierro; oxidada y cargando bolsas plásticas, eso sí, pero siempre presta a volar. Suena un nuevo trueno, más estridente que el anterior. Si va a volar, mejor que vaya preparándose desde ahora.

martes, 31 de octubre de 2017

R30D - US2017 - #06: El Walt Whitman de las esquinas

(06/30i). Jacksonville, Florida. Decía el poeta: "Yo me celebro y yo me canto / y todo cuanto es mío también es tuyo, / porque no hay un átomo de mi cuerpo que no te pertenezca. / Indolente y ocioso convido a mi alma, / me dejo estar y miro un tallo de hierba de verano." Pero eso lo decía hace casi doscientos años, y no hay diferencia entre el poeta, yo que camino estas calles y tú que durmiendo la posees sin intención de controlarla. Es cierto, como es tuya también lo es mía, así como de las otras tres personas que deben caminar esta vacía mañana de verano a dos kilómetros a la redonda sin nunca toparnos de frente. Indolente y ocioso, tal vez la parte más cierta de todas. Para cuando abras los ojos jamás sabrás que estuve aquí, y Jacksonville seguirá siendo tuya, luego de por menos de una hora ser mía también. Igual yo convido. Todos seguimos nuestro camino.

viernes, 22 de septiembre de 2017

R30D - US2017 - #05: Como es afuera no es adentro

(05/30i). St. Augustine, Florida. Para las calles angostas de St. Augustine, llenas de turistas y vendedores, es un día más. Caluroso, conglomerado. anónimo. Para las figuras de plástico tras el escaparate de cristal también lo es, sólo que la diferencia radica en que, al parecer, los piratas strippers con colas de sirena y abdómenes de hierro conocen algún secreto que los turistas no. A través de la ventana miran sonrientes y seductores, como si se burlaran del mundo que transcurre con velocidad frente a ellos. A lo mejor algún transeúnte les devuelva la sonrisa, más por cortesía que por empatía, pero es muy seguro que a los piratas no les importe. Yo creo adivinar el motivo de su burla, sin temor a equivocarme. Detrás de su vitrina, ellos son testigos del universo envueltos en aire acondicionado. Aquí afuera, estamos a tres minutos de derretirnos sobre el pavimento. Yo ellos y también me estuviera riendo.

martes, 19 de septiembre de 2017

R30D - US2017 - #04: Las casas que mi tía guarda en su casa

(04/30i). Deltona, Florida. A la entrada del pasillo, justo al lado de donde la pared hace la esquina, mi tía conserva una réplica del Monumento a los Héroes de la Restauración. Es más pequeño que un plato normal de comida, pero verlo en el muro la hace sentir como si estuviese ante los cuarenta metros de altura de la estructura original. Y su estratégica colocación en una esquina superior le provoca a ella el efecto de imaginarse que toda la ciudad, habitantes incluidos, se despliegan bajo su monumental vigilancia. Dos casas a la izquierda, vive la doñita que enviudó pero que siempre le plancha la ropa al marido muerto para por lo menos creer que vive a través de las limpias prendas colgadas en el closet al lado de las suyas. En la fila inferior, la tercera casa desde la derecha, es una que ella asegura visitar en sus tiempos de soltera pero no atina a recordar la cara de los dueños. La primera a la izquierda, en primera fila, su casa materna, traída desde otro país a ese Santiago en miniatura que vive sus dramas en un rincón de la Florida sin nunca bajarse de la pared, ni enterarse siquiera. Para ella es divertido. Para mí, que les asigno nuevos ocupantes e historias conforme las veo por primera vez, lo es más aún. Es su manera de controlar su pequeño microuniverso viajero. Grandilocuente, y desestresante. Este humilde servidor lo aprueba.

miércoles, 13 de septiembre de 2017

R30D - US2017 - #03: El mismo cielo bajo el sol

(03/30i). Hialeah, Florida. Yo he estado bajo este mismo cielo varias veces. No todas las que quisiera, pero más de las que esperaba, y nunca deja de sorprenderme el hecho tan trivial pero no menos majestuoso de que el sol se oculte tan tarde en esta parte del mundo. Tal vez el campo y los cadillos no se me terminan de salir, cuando debieron quedarse encerrados en mi habitación, pero ya después nos reclamaremos mutuamente de ser necesario. Ahora mismo, sólo hay que dejarse sorprender como cuando éramos mocosos inocentes y elevar la vista hasta que la oscuridad por fin sea plena, para cuando quiera llegar. No hay prisa.

sábado, 9 de septiembre de 2017

R30D - US2017 - #02: La lista

(02/30i). Sobre el mar. Pasaporte en el bolsillo: Check. El papel azul de migración lleno, aunque ahora me dicen que tienen otro sistema con cámaras y aparatos un poco más complicado de lo imaginado: Check. Buena música en el celular, no demasiado acelerada para que me pueda relajar lo suficiente: Check. Pastillas para dormir, tantas como para que me derriben incluso antes del avión despegar y no morir de la ansiedad (que dicho sea de paso, es lo más importante de toda la lista): Check. ¿Unico inconveniente? No me sirvieron para absolutamente nada. Debo tratar algo más fuerte o efectivo la próxima vez. Cianuro, tal vez.

viernes, 11 de agosto de 2017

R30D - US2017 - #01: La constancia

(01/30i). Santiago, República Dominicana. Y, dice la leyenda que se comienza a escribir justo ahora mismo, que quien redacta estas líneas llegó al término de su autoexilio de casi una década de no poner pie en aviones, dijo par de groserías irreverentes para tratar de aliviar la incómoda ansiedad que estos aparatos le provocan, y para decirlo en lenguaje bohemio-aventurero, se fue "a ver otras tierras". Cambiaré la clásica y tan dominicana foto del pasaporte por un dibujo, para que quede la constancia, aunque a fin de cuentas siga siendo lo mismo (la ilustración del tipo detrás del ticket de abordaje me hizo entrar en confianza enseguida; el Mister Moola este definitivamente se las trae). Dibujando, las cosas se aprecian distintas y creo esta será la mejor manera de plasmar la experiencia. Cualquiera toma un dispositivo y hace fotos, ¿verdad? (no offense). Será más interesante y sobretodo, personal. Siéntanse entonces libres de acompañar si lo desean. Seamos compañeros de viaje, por emocionante o terrorífico que eso suene.

miércoles, 22 de marzo de 2017

Ei' sitio

Ei' sitio, tan extrañamente alienígena pero a la vez familiar sin saber uno por qué. Esa esquina donde el diablo dio tres voces y le respondieron en otro idioma, con toda seguridad un insulto. El hoyo al que nadie quiere ir porque piensa que está lejos e inaccesible. Curiosamente, lo teníamos justo al lado y nunca nos dimos cuenta.