viernes, 22 de septiembre de 2017

R30D - US2017 - #05: Como es afuera no es adentro

(05/30i). St. Augustine, Florida. Para las calles angostas de St. Augustine, llenas de turistas y vendedores, es un día más. Caluroso, conglomerado. anónimo. Para las figuras de plástico tras el escaparate de cristal también lo es, sólo que la diferencia radica en que, al parecer, los piratas strippers con colas de sirena y abdómenes de hierro conocen algún secreto que los turistas no. A través de la ventana miran sonrientes y seductores, como si se burlaran del mundo que transcurre con velocidad frente a ellos. A lo mejor algún transeúnte les devuelva la sonrisa, más por cortesía que por empatía, pero es muy seguro que a los piratas no les importe. Yo creo adivinar el motivo de su burla, sin temor a equivocarme. Detrás de su vitrina, ellos son testigos del universo envueltos en aire acondicionado. Aquí afuera, estamos a tres minutos de derretirnos sobre el pavimento. Yo ellos y también me estuviera riendo.

martes, 19 de septiembre de 2017

R30D - US2017 - #04: Las casas que mi tía guarda en su casa

(04/30i). Deltona, Florida. A la entrada del pasillo, justo al lado de donde la pared hace la esquina, mi tía conserva una réplica del Monumento a los Héroes de la Restauración. Es más pequeño que un plato normal de comida, pero verlo en el muro la hace sentir como si estuviese ante los cuarenta metros de altura de la estructura original. Y su estratégica colocación en una esquina superior le provoca a ella el efecto de imaginarse que toda la ciudad, habitantes incluidos, se despliegan bajo su monumental vigilancia. Dos casas a la izquierda, vive la doñita que enviudó pero que siempre le plancha la ropa al marido muerto para por lo menos creer que vive a través de las limpias prendas colgadas en el closet al lado de las suyas. En la fila inferior, la tercera casa desde la derecha, es una que ella asegura visitar en sus tiempos de soltera pero no atina a recordar la cara de los dueños. La primera a la izquierda, en primera fila, su casa materna, traída desde otro país a ese Santiago en miniatura que vive sus dramas en un rincón de la Florida sin nunca bajarse de la pared, ni enterarse siquiera. Para ella es divertido. Para mí, que les asigno nuevos ocupantes e historias conforme las veo por primera vez, lo es más aún. Es su manera de controlar su pequeño microuniverso viajero. Grandilocuente, y desestresante. Este humilde servidor lo aprueba.

miércoles, 13 de septiembre de 2017

R30D - US2017 - #03: El mismo cielo bajo el sol

(03/30i). Hialeah, Florida. Yo he estado bajo este mismo cielo varias veces. No todas las que quisiera, pero más de las que esperaba, y nunca deja de sorprenderme el hecho tan trivial pero no menos majestuoso de que el sol se oculte tan tarde en esta parte del mundo. Tal vez el campo y los cadillos no se me terminan de salir, cuando debieron quedarse encerrados en mi habitación, pero ya después nos reclamaremos mutuamente de ser necesario. Ahora mismo, sólo hay que dejarse sorprender como cuando éramos mocosos inocentes y elevar la vista hasta que la oscuridad por fin sea plena, para cuando quiera llegar. No hay prisa.

sábado, 9 de septiembre de 2017

R30D - US2017 - #02: La lista

(02/30i). Sobre el mar. Pasaporte en el bolsillo: Check. El papel azul de migración lleno, aunque ahora me dicen que tienen otro sistema con cámaras y aparatos un poco más complicado de lo imaginado: Check. Buena música en el celular, no demasiado acelerada para que me pueda relajar lo suficiente: Check. Pastillas para dormir, tantas como para que me derriben incluso antes del avión despegar y no morir de la ansiedad (que dicho sea de paso, es lo más importante de toda la lista): Check. ¿Unico inconveniente? No me sirvieron para absolutamente nada. Debo tratar algo más fuerte o efectivo la próxima vez. Cianuro, tal vez.