martes, 1 de diciembre de 2009

Invisible


Crédito de imagen: Fuente Externa.

Me siento como si no estuviera aquí, como si el mundo que estoy mirando a través de mis ojos es el reflejado por medio de una pantalla de televisión, retransmitido por satélite, y que por mi parte yo estoy a millones de kilómetros de distancia.

Las personas cruzan desorganizadas alrededor mío, y en verdad en cualquier momento espero que me atraviesen, sin darse cuenta de que estoy en su camino. Me siento invisible, inmaterial, como un mero espectador del caos que es esa obra de teatro que lleva por nombre vida, desarrollándose justo enfrente de mi. Incluso ignoro si debiera de aplaudir cuando esa función se termine. Pero si acaso termina, me veo entonces transportado hacia otro escenario, otra circunstancia, donde sigo cumpliendo mi papel de testigo, y donde poco influye mi opinión o punto de vista al desenlace final.

Y ahora mismo no sé si quisiera ser yo el que observa, o el que actúa. El que escribe o el personaje cuyas aventuras leen. El pintor o la pintura. Si fundirme hacia afuera, o hacia dentro. Ahora mismo no sé qué hora es, ni me interesa.

No hay comentarios: