(25/30g). "Yo conozco lo que se siente", dijo la amiga, "es como si te arrancaran el corazón del cuerpo". Tiene razón ella. La diferencia es que el mío está sirviendo para ser cocinado una vez lo arrancaron. Nada gourmet: todo lo más rústico y sucio posible. El dolor está bien - nada que no haya sentido antes - pero el olor es sencillamente apestoso. Trataré de no prestarle atención. ¡Qué tortura, demonios! No prometo nada.
4 comentarios:
Yo se lo serviría a alguien a quien le vaya a gustar lo cocinado y no quiera dejar de comerlo nunca...
Entonces de no debieran de arrancarlo en primer lugar.
.-K
Exacto.
...Indeed :)
.-K
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