jueves, 1 de septiembre de 2005

Pájaro picó..(?!)

Soñé algo que por poco me hacía despertar con una sonrisa en la cara. Me imaginaba que venía bajando por la avenida que queda al doblar de mi casa con una tarjeta de débito azul en la mano. Sí, la misma que usamos para sacar dinero de un cajero automático siempre que las telarañas empiezan a salir en nuestras billeteras cuando el efectivo se hace escaso. Iba bajando, a paso normal y seguro, pasando las aceras y cruzando frente a las casas y los negocios sin volverme a verlos, aunque sentía el peso de algunas miradas de personajes anónimos que me veían al yo pasar. Caminé bajo los postes de luz, en vísperas de encenderse al dar el sol sus últimos respiros de claridad. Llegué hasta la acera del frente para no tener que encontrarme de cara con par de perros que venían con ganas atrasadas de clavar colmillos en carne fresca. Pero lo más importante, es que por una razón u otra, iba feliz. Sin tener constancia de por qué, pensaba que iba al encuentro de algo casi divino, etéreo, de una cuasi fórmula mágica que me haría salir,al menos por el momento, de todas las deudas y sogas económicas que día tras día ahorcan. Sentía el olor de los billetitos en mi cara y su cálida textura en mi bolsillo, que de por más, excepto por las llaves de la casa, iba vacío.

Y llegué al momento crucial. Al punto en que coinciden lo real y lo ilusorio. Lo que vivo y lo que sueño. Entré la tarjeta y tecleé los números con ansias casi desesperadas, esperando que la fría animosidad de la pantalla de eso que llamamos cajero me diera las buenas noticias. Y sonrío, quizás para no llorar ni para alocarme y ponerme a tirar piedras. Buenas noticias...bah...la conclusión es que el cajero para mí está más vacío que mi mismo bolsillo. Pájaro no ha picado, a este sujeto no le han pagado. Y sucede que me despierto en ese mismo momento y recuerdo que en la "vida real" ando en la misma situación. En la de un empleado que trabaja en una empresa que tiene un pago atrasado. Maldita sea, ni empresa pública que fuera. Nos tienen metidos el dedo hasta el fondo en el trasero y para colmo están esperando que nos riamos por eso.

JP, aunque no seas el culpable en parte eres el responsable, así es que danos nuestro dinero. JP, puede sonar duro, pero no hay de otra. Estuve dándole vueltas viendo a ver si lo lograba suavizar pero no puedo. Y quizás esto no hable tanto por mí como por otras voces que realmente lo necesitan. JP, lo siento (aunque no tanto). JP, eres un hijo de puta.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

bueno..........lamentablemente es realidad es lo q se vive..yauque sea mantenia no quiere decir q no conosca el tema....pero me lo encuentro bastante bien relacionado con la realidad yyyy ademas es interesante asi q auque no sea su culpa recapacite y pagen!!!

ATT. erica^_^

Anónimo dijo...

No se quien es el famoso jp, pero dadas las circunstancias creo que si: que es un gran hijoeputa.
PD: al menos tu cajero esta lleno a fin de mes. El mio ni eso.

Anónimo dijo...

pacheco es una mierda