
Dibujo: "The creation" - Karim López. 2010.
El lápiz era como la mano de Dios en miniatura. De él salía todo un mundo nuevo que con cada trazo tomaba forma y se expandía en mil pixeles (por decir direcciones). Continuo. Incansable. Fantástico. ¿No es increíble todo lo que puede tener dentro un lápiz?
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