domingo, 7 de diciembre de 2014

#dibujoreto31 - 06: Luna

(06/31f). Y a las 3 de la madrugada, cuando se suponía que la humanidad dormía tranquila sobre sus camas de algodón y almohadas de azúcar, habían luces que seguían encendidas, ajenas las unas a que las otras estaban en exactamente lo mismo. Todos los ocupantes de los espacios tras las ventanas iluminadas, en edificios que se extendían a lo largo de cuadras, querían un diálogo en privado con la luna. Algunos sólo intentaban desahogar sus penas, unos cuantos reírse, y los menos - tal vez tres, según la mala cuenta, y para colmo en el mismo departamento - tener un acompañante imaginario con quien compartir el último fondo de botella que les quedaba. Desde su altura, la gran luna sonreía divertida. Hay tantas personas, y tan poco el tiempo para dedicarles a todos. A final de cuentas, las luces encendidas estarán satisfechas de al menos sentir que aunque no se les responda, el disco celeste que les sirve de oyente siempre estará inmóvil y paciente, y no irá a ningún sitio hasta que terminen. No hasta que amanezca. Aún así, y de eso todos tienen la certeza, siempre vendrá una noche más.

1 comentario:

Lauralaotra dijo...

Alla desde donde lo miremos siempre es el mismo, una ventana al mundo.... un vínculo... me encanta!
=D