jueves, 18 de octubre de 2012

Pop 365 - #4 - El primer piso de la casa

Originalmente, siempre habían muchas personas en este espacio. A veces, más de la cuenta. Pero le daban vida, y hasta le hacían sentir mayor de lo que en realidad es. Ahora mismo, sólo estamos yo y los supuestos espíritus que rondan, y otra persona más que cuando honra con su visita le da una especial energía extra a sus paredes; sin decir que las matas del frente se rebelan por momento si esa persona no las moja (ellas, aprendí, son temperamentales). Para ser sincero, extraño los tiempos del bullicio, los de las novelas vespertinas, los tiempos en que viejos sonrientes te recibían con los brazos y la puerta de la cocina abiertos, y todo parecía perder su urgente sentido después de ahí. Pero no me quejo tampoco. Silenciosa también se ve linda, incluso reflexiva, y algún día, si tenemos suerte, los viejos sonrientes seremos nosotros mismos. El trato es justo.

2 comentarios:

Camus dijo...

cierto, seremos esos viejos si Dios quiere

Anónimo dijo...

Me has hecho llorar, yo también anhelo esos bellos tiempos cuando esos viejos queridos nos recibían con tanto calor. con los brazos abiertos y una sonrisa que nos hacia olvidar cualquier problema por los que estuvieramos pasando. Pero confio que tú, con tu futura familia y tu hermana nos ayuden a revivir esos tiempos, con otros rostros, pero con el calor, cariño y ternura que ellos nos enseñaron.
No debo decir quien soy, tu bien lo sabes