Ella dice que le gusta la lluvia. Igual las flores, porque de alguna manera se identifica con las mismas - sus razones tendrá. Y el largo de su pelo también, ya que lo como una vestimenta que cuenta con vida propia paralela a la suya. A su modo, las tres cosas son una especie de extensión de sí misma, y ella les da igual cantidad de derechos. ¿Es posible esta transfiguración a poética conveniencia? O mejor aún, ¿será práctica? No lo sé. Admito que tienen su bella y peculiar manera de complementarse. Quizás la verdadera pregunta aquí sea: ¿realmente me importa eso?
2 comentarios:
Amé ese dibujo desde que lo vi :D
Toma ya.... fusión, simbiosis... precioso dibujo
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