Imaginemos que el cielo es un gran lienzo y podemos pintarlo con las manos. Estamos tirados en el suelo y levantamos nuestros brazos con los dedos llenos de pintura. ¿Qué colores le diéramos, cómo se viera terminado? ¿Reflejaría nuestra obra lo que sentimos por dentro o a lo que en realidad queremos aspirar? Plasmaríamos toda una aurora boreal de matices difuminados, para quien vaya conduciendo por una carretera esa noche y vea hacia arriba, diga asombrado: "Wow, las manos que pintaron la noche de hoy no conocen de tristeza o soledad alguna". Se equivoca, hermano. Ese cielo es precisamente una forma de salir de ellas. ¿Cree que lo vamos consiguiendo?
3 comentarios:
Pues me encantó esa forma de salir de ellas... me ha alucinado tu dibujo y sus colores.
Felicidades por escapar de ambas así!
:)
.-K
Muy lindo, sueño alguna vez poder apreciar una aurora boreal!
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