martes, 16 de abril de 2013

Pop 365 - #184: Catedral isométrica

Las Catedrales. O mejor dicho, ese momento en la historia en el que no se está muy claro si fue Dios o el hombre, o ambos al mismo tiempo, quienes sucumbieron al encanto de la adoración megalómana. No se les puede culpar; es visualmente más llamativo ver estructuras tratando de elevarse hacia las alturas para escarbar las nubes en busca de la divinidad, que la pacífica contemplación interior de una persona que indaga por lo mismo dentro de sí. Al pueblo como a los dioses les gusta el drama, y pocos edificios diseñados por la manipulable pero brillante mente humana confieren más dramatismo que las catedrales. Son el equivalente medieval de los grupos de rock progresivo de los años setenta: pomposos y exagerados, más extensos de lo que realmente necesitan, pero siempre disfrutables, sin perder nunca su teatral encanto. Y considerando el frágil y conflictivo terreno que inspira obras como éstas, en ocasiones ése es el mejor de los cumplidos.

3 comentarios:

Dark Angel dijo...

Me encanta!

Karim López dijo...

Son aperisimas.
.-K

Lauralaotra dijo...

...esto es cosa de hombres... si hubiera sido de mujeres te aseguro que las hubieran hecho más recogidas, con menos cristaleras y adornos... pensando que luego hay que limpiar. ;-P