Pop 365 - #187: El mito de Apolo y Dafne

La leyenda grecorromana cuenta que Apolo, dios del sol y la música, fue castigado en represalia por un hecho cometido que no viene precisamente al caso en esta narración. Se le disparó una flecha para que se enamorase locamente de la ninfa cazadora Dafne, mientras que a ésta se le arrojó otro dardo diseñado para rechazar cualquier tipo de amor masculino. Era una situación bastante complicada ya como para tener algún tipo de final feliz, pero Apolo era un tipo decidido, y persiguió a la chica por el bosque con el deseo cegándole todo tipo de razón y entendimiento. Cuando ya la distancia entre ellos se reducía al mínimo, Dafne, en su desesperación, clamó por ayuda a su padre, el río Peneo de Tesalia, justo en el momento que la mano de Apolo se posaba sobre su vientre. Uno a uno, sus miembros se le entorpecen, la piel le cambia de textura, sus dedos comienzan a volverse ramas, y sus pies se transforman en raíces que penetran con violencia el suelo. Ante la mirada del joven, que no salía de su estupor, la chica se volvió un árbol, pero como pudo él darse cuenta, su corazón latía dentro de la corteza aún. El mito concluye diciendo que dicho árbol se convirtió en objeto de deseo de Apolo, el cual abrazó y besó sus hojas, que parecían rechazarlo todavía. Será triste como pocas, pero la considero una de las historias de amor más hermosas que se hayan contado jamás. Solamente no quisiera imaginarme si Apolo hubiese encontrado algún agujero mal puesto en el árbol; esas flechas románticas no dejan a uno pensar racionalmente.